Para que la colaboración de los padres y profesores no esté condenada al fracaso, “se debe comprender que el profesor no puede hacer su trabajo adecuadamente sin contacto con los padres y estos tienen el deber de asistir a las reuniones, además no pueden descalificar la labor de los maestros ante un problema, en vez de buscar el diálogo en primera instancia”, explicó Consuelo Padilla, directora del colegio Fe y Alegría La Merced 1.
El problema de no acudir a las reuniones, señala, es que los alumnos no se enteran de las expectativas de los profesores hacia ellos. “En La Merced y en otros establecimientos analizan las fortalezas, debilidades y oportunidades de los estudiantes, lo que permite la búsqueda de soluciones”, agrega.
Los temas sobre las relaciones familiares son importantes a tratar en los colegios. “La comunicación, la afectividad y la calidad de tiempo son los tópicos que se deben promover en la escuela de padres”, dijo Padilla.
Cuenta que “en la primaria los padres no se pierden ningún momento del niño porque está bailando o izando la bandera, pero en la secundaria baja el control, no se aparecen y se trata de formar jóvenes responsables más allá del colegio”.
Según la sicóloga Viviana Aguilera, el bajo rendimiento académico está condicionado por varios factores: el poco control de los padres, las malas amistades, el excesivo uso de la tecnología o la situación familiar.
Es importante que los padres no exageren sus posiciones, es decir, reclamar cuando los hijos traen una mala calificación (en lugar de reflexionar sobre si realmente la merece) y adular a los profes con regalos y atenciones con las que creen que se ‘compran’ la simpatía de este
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