En las diferentes regiones del país grupos de padres, alumnos, profesores, autoridades educativas y de la comunidad definirán hasta dos semanas después de que se inicien las clases, cuál será el idioma originario y extranjero que aprenderán en cada región los alumnos de primero de primaria y primero de secundaria. Esos dos cursos echarán a andar el nuevo currículo educativo delineado en la Ley Avelino Siñani, con un sistema bimestral, mientras que el resto de los estudiantes del país seguirá con el antiguo trimestral, confirmó ayer el viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz.
La Resolución 001/2013 del Ministerio de Educación, a la que accedió EL DEBER, que especifica las normas de la gestión 2013, en su artículo tercero establece que para el primer curso de primaria y el de secundaria, la gestión se dividirá en cuatro bimestres y en el resto de los cursos será trimestral.
Para los primeros de primaria y secundaria será “obligatoria la enseñanza del castellano, como de una lengua originaria y otra extranjera. En Santa Cruz y en el resto del país los que definirán esos idiomas, sustentados en la Ley de Derechos y Políticas Lingüísticas, serán los integrantes del Consejo Social Comunitario, integrado por juntas de padres y madres de familia, además de estudiantes, profesores, autoridades educativas y de la comunidad”, dijo el viceministro.
Quiroz ejemplificó por ello que zonas de la urbe cruceña como el Plan Tres Mil o la región rural de San Julián podrían elegir una lengua del occidente como aimara, como consecuencia de la gran cantidad de población migrante en el lugar. “Todo depende de que en cierta región exista una población aimara o quechua, guaraní o chiquitana”, precisó.
El consejo comunitario definirá también el idioma extranjero. “Hay unidades educativas en zonas fronterizas con Brasil que solicitan, como lengua extranjera, el portugués y no el inglés”, explicó el viceministro.
No se quiere aplazos
En el nuevo currículo educativo habrá evaluación y reforzamientos continuos para evitar el aplazo, que se presenta solo en secundaria, y se da en casos extremos y cuando el alumno deja de asistir a clases, aseguró Quiroz. “La evaluación será permanente y continua, no al final de los bimestres. Se realizará durante el desarrollo de los contenidos”, agregó. Al final del bimestre, el docente y las comisiones técnicas de evaluación que se instalarán en cada unidad educativa harán una valoración y entregarán un informe a los padres sobre el rendimiento.
Si es necesario se brindará un reforzamiento y apoyo permanente. No al final del año
MÁS CAMBIOS
AJUSTES EN LA COBERTURA
Colegios que funcionan hasta quinto deben ampliar su cobertura hasta sexto. Los que iban de primero a octavo de primaria, deben dar los seis de primaria y los dos primeros de secundaria. Los que tenían intermedio, darán sexto de primaria y los dos primeros de secundaria.
la expulsión es limitada
Prohibida la expulsión de estudiantes, salvo que haya pruebas suficientes de culpabilidad por robo, dolo, agresión física y/o sexual, venta y/o consumo de bebidas alcohólicas, drogas o tenencias de armas.
CONTROLARÁN EL BULLING (acoso)
Enviarán a los centro especializados de las gobernaciones y alcaldías a los alumnos agresores.
EL SEDUCA INSTA A NO COLOCAR ASIENTOS
El Servicio de Educación de Santa Cruz (Seduca) confirmó que antes del 14 de enero, fecha de inicio de las inscripciones, no debe existir cobro por ningún concepto.
En caso de que falten materiales, como pizarras o pupitres, o exista deterioro, los padres de familia deben informar a la institución educativa y no dar ni una cuota para el arreglo.
Si hay irregularidades, los directores serán los responsables y estarán sujetos a procesos disciplinarios, advirtió el director del Seduca, Hermenegildo Cruz. La autoridad también instó a no realizar colas ni colocar sillas antes de la fecha indicada, porque “ningún niño del Estado Plurinacional se quedará sin derecho a la educación”, aunque no garantiza que sea en el colegio que los padres quieran /MM
ANÁLISIS
Lo correcto es enseñar por territorio
Micaela Princiotto | Delegada episcopal
La aplicación de la enseñanza de la lengua originaria, con la aplicación de la nueva Ley Educativa Avelino Siñani – Elizardo Pérez, es un cambio que considero positivo de parte del Estado a la educación, siendo que el idioma nativo representa el reconocimiento de nuestra propia cultura.
En la práctica es evidente que la mayoría de los profesores no son originarios de ese idioma, por lo cual les resultará más difícil enseñarlo.
Para ello, la Conferencia Episcopal, con los hermanos guaraníes, ha elaborado un texto de lengua originario guaraní, un instrumento que puede ser de mucha ayuda para la interacción estudiantes-maestros.
Sin embargo, el hecho de que sean las instituciones y los movimientos sociales los que definan la lengua que se impartirá en las comunidades me parece una falta de educación, porque este atributo le compete al ministerio del ramo.
Lo correcto es que se enseñe por zona geográfica. El aimara en los pueblos aimaras y el guaraní en los pueblos guaraníes; no es lógico que se enseñe quechua en una comunidad guaraní; ahí lo ideal es el propio guaraní.
Yo pongo un ejemplo: si voy a una colonia en Inglaterra donde viven más bolivianos, de acuerdo con el concepto de territorio, igual tengo que aprender el inglés, aunque yo sea parte de la mayoría. En mi caso, yo soy italiana y por vivir en Bolivia hablo el castellano.
En líneas generales, si son los movimientos sociales los que decidirán, entonces se aplicará la ley del más fuerte. En este caso no se trata de imponer un idioma, sino de respetar la cultura de los pueblos nativos.
Siguiendo esta lógica en las ciudades, supongo que en Santa Cruz se va enseñar guaraní, en Cochabamba, aimara y en El Alto, quechua
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