La jornada escolar se interrumpió ayer abruptamente en la unidad educativa Gabriel José Moreno, de Paurito, al producirse una repentina histeria colectiva, con convulsiones en algunos casos, en al menos una treintena de estudiantes que supuestamente invocaron a espíritus malignos por medio del juego con la tabla de la güija y de rituales ocultos.
El presunto fenómeno causó una paranoia generalizada entre los profesores, alumnos, padres de familia y religiosos de iglesias de Paurito, cantón de la provincia Andrés Ibáñez, situado a 27 kilómetros al sureste de la capital cruceña, donde se vivió una agitada mañana con el traslado de 25 estudiantes visiblemente perturbados al hospital municipal San Pantaleón, cuya capacidad de atención se vio rebasada por momentos por la inusitada afluencia de pacientes.
Ceremonia secreta
Un amigo de las víctimas manifestó que el viernes por la noche un grupo de estudiantes participaron de un culto satánico en un improvisado ‘altar’ con dibujos de estrellas superpuestas sobre los que aparentemente quemaron plumas, sangre, cuernos y otros fetiches.
La invocación a lo desconocido, al parecer, tuvo su efecto ayer dentro del colegio, donde a la hora del recreo una adolescente empezó a gritos descontrolados, lo cual generó una agitación similar en cadena en otros estudiantes.
“Una se sintió mal y los demás la siguieron.
Las chicas salían sujetadas por varias personas hablando incoherencias y otras miraban feo. Yo conozco a todos los de ese colegio porque de ahí salí bachiller. No puedo asegurar si jugaban a la güija, pero dicen que los que jugaron se pusieron mal y que una de las personas que jugaron tiene que morir”, dijo John A. Égüez Hurtado.
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