De a poco vuelve la calma al colegio Gabriel José Moreno, de Paurito. Los padres de familia se comprometieron a enviar a sus hijos a clases este lunes, superando los temores que se generaron por el juego de la güija. En el colegio señalaron que serán más estrictos en el control de uso de celulares, para evitar que se promuevan estos juegos.
Ayer un equipo de profesionales del Servicio Departamental de Salud (Sedes) llegó hasta el colegio para orientar y explicar a profesores y padres de familia sobre la situación que vivieron los alumnos al entrar en una crisis de pánico. Se comprometieron a que el lunes, cuando se reinicien las clases, un grupo de sicólogos se hará presente para hacer consultas de terapia sicológica individual a los alumnos y papás que lo requieran.
La directora del colegio, Jaqueline Angulo, dijo que el lunes hablará con los alumnos sobre las restricciones sobre el uso de celular en el establecimiento. Dorian Jiménez, coordinador de Redes de Salud, pidió tranquilidad a los pobladores y en especial a los afectados. Reiteró que este es un caso de histeria colectiva.
El titular de la junta escolar, Eduardo Farell, aclaró que la decisión de no enviar a sus hijos a clases fue de los padres, “porque tuvieron miedo que algo les pudiera suceder a sus hijos”.
Otro caso en Guarayos
Se conoció que otro caso similar se vivió en la unidad educativa Cristo Rey, en Ascensión de Guarayos, donde alumnos han sufrido de histeria colectiva después de haber jugado con la güija. Un grupo de escolares sufrió los mismos síntomas que los chicos de Paurito, pero, según la directora, el problema ya fue superado
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