domingo, 20 de abril de 2014

Elogios y críticas para la nueva evaluación escolar



ROXANA ESCOBAR - rescobar@eldeber.com.bo

A poco más de dos meses de haberse iniciado la aplicación del nuevo currículo escolar, hay maestros que consideran un dolor de cabeza la nueva forma de calificar al alumno y eso ha provocado demora en la entrega de libretas; sin embargo, otros destacan los beneficios del cambio.

La ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez establece que los estudiantes deben ser evaluados en cuatro dimensiones: ser (20 puntos), saber (30), hacer (30) y decidir (20) con sus respectivos valores, haciendo un total de 100 puntos. “Esta ley es un fracaso; creo que hay riesgo de caer en la subjetividad a la hora de evaluar al alumno”, opinó un maestro que participó en la asamblea de su gremio el 14 de abril, en el Nacional Florida.

Regina Delgado, maestra de La Salle, reconoce que hay dificultad pero dice que se está esforzando para cumplir con el nuevo método. “Evaluar el ser no es tan complicado, pero toma un poco más de tiempo y dedicación, pues hay que estar delimitando a cada estudiante; al menos en secundaria los profesores cambiamos constantemente de curso, tenemos varios alumnos y no podemos estar observando sus valores y conducta uno por uno”, explicó. En otros colegios algunos docentes han optado por pedir a los estudiantes que se autodescriban y autocalifiquen.

Una mirada más integral
Las docentes María Teresa Ruiz, Ivana Valverde, Shirley Ríos y Angélica Quiroga, del colegio Manuel Ignacio Salvatierra, destacan los beneficios que trae esta modalidad de calificación, pues no solo se evalúan los conocimientos adquiridos, sino también los valores. Ellas admiten que este sistema demanda más tiempo, pues se precisa evaluar cada día a cada uno de los alumnos.

Ruiz, de 63 años y 40 de ellos dedicados al aula, dijo que la edad no es problema para aprender si el maestro pone de su parte, pero agregó que elaborar el registro pedagógico, donde deben estar establecidas la planificación y evaluación les significa un costo, asimismo los libros que sirven de guía para planificar temas.
Otros docentes observan la falta de claridad para llevar a la práctica esta nueva evaluación, por lo que deben hacer ‘malabares’ para cumplirla.

Siempre se calificó el saber
El ser (valores y principios) se califica en todo el proceso de enseñanza y aprendizaje, por ejemplo, la responsabilidad que demuestra el estudiante en las actividades que se realizan, si tiene sentido positivo de la vida o no, el profesor debe trabajar para que el alumno mejore este aspecto, explicó el dirigente del magisterio urbano Saúl Azcárraga. “Recién ahora estamos aprendiendo a construir preguntas, a evaluar y trabajar para ver qué elementos tiene el ser; lo que siempre habíamos hecho era calificar el saber, hace 100 años que venimos practicándolo y esta es una forma nueva y con seguridad que va a costar”, agregó

Para saber

LA OPERACIÓN para el SER
Registran en un casillero cada día una nota que le asignan a cada estudiante según sus valores, habilidades, responsabilidades, conocimientos y otros, demostrados en el aula. Al final del mes se suman todas estas notas, la dividen por la cantidad de casilleros evaluados, luego lo multiplican por 20, que es el valor asignado a la dimensión ser, y nuevamente lo dividen entre 100, y ese es el promedio que tendrá el alumno en el ser y que estará en su libreta.

La lengua nativa
Otro problema que los maestros identifican en la aplicación de la nueva ley educativa 070 tiene que ver con la improvisación que deben hacer al momento de enseñar una lengua nativa o idioma originario. De acuerdo con lo establecido en la forma de enseñanza, los estudiantes deben aprender un idioma nativo a la par de uno extranjero. La lengua a conocer será elegida por los padres de familia y los profesores deben dedicar dos horas por semana para dicha enseñanza.

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