miércoles, 13 de mayo de 2015

Educadores dicen que maestros deben controlar acceso a textos

Entendidos en el ámbito educativo aclararon que en el sistema educativo boliviano no hay textos ni materiales de apoyo oficiales, por lo que los maestros y padres de familia deben controlar que los niños accedan a contenidos adecuados.

Los educadores Álvaro Puente y Micaela Princiotto lamentaron que láminas, que desacreditan el rol de la madre del oriente boliviano, estén al alcance de los escolares. Sin embargo, coincidieron en que este tipo de material no es solicitado por el docente de aula, sino que muchos de los niños las compran para resolver sus tareas, usando principalmente las imágenes.

“Hay que aclarar que las láminas no son pedidas por el sistema educativo, no son textos oficiales y estoy seguro de que no son pedidos por los profesores, pero los chicos las compran para graficar sus tareas. Es más, estas láminas se venden hace tiempo, pero nadie se dio cuenta de su contenido, gracias a que las letras son pequeñitas y los niños solo se interesan por la foto”, expresó Puente.

En esto coincide Princiotto, al indicar que la mayoría de los maestros trabajan con editoriales reconocidas que elaboran textos con fines educativos y no comerciales, pero los niños, en su afán por resolver sus tareas, muchas veces recurren a este tipo de material, por lo que el maestro debe estar atento para dar la orientación adecuada. El padre de familia también debe cooperar con el docente en este aspecto, dice Princiotto.

“Es lamentable que una temática tan sensible sea abordada así en esas láminas. No se puede diferenciar a las madres según las regiones, porque sencillamente ser madre es un don fundamental de la mujer y es una característica vinculada no solo al trabajo sino que también una cualidad específica: la maternidad, que tiene como base el amor y el respeto a la vida”, afirmó Princiotto.

Sin embargo, algunos padres de familia expresaron que hay profesores que piden láminas, pero principalmente para utilizar las figuras.

Hay un vacío legal
Ambos educadores explicaron que no existe una norma específica que regule la producción de textos escolares, pero varias editoriales reconocidas, como es el caso de Buenaventuras (de la Iglesia), tienen como principio aportar a la educación y no el lucro, por eso, producen textos acorde al currículo escolar, a la edad y sicología de los niños y a los aspectos pedagógicos. Puente dice que si bien se debe respetar la libertad de expresión, presente en la producción de textos, ahora la normativa también contempla sanciones a quienes incurran en actos discriminatorios.

En este sentido, pide sancionar al autor de dichas láminas, que tienen un alto contenido discriminario.

Casa de la Mujer
Por su parte, Miriam Suárez, directora de la Casa de la Mujer, también coincidió en exigir sanciones para los autores de dichas láminas que, en su criterio, solo “reproducen prejuicios, mitos y estereotipos que hacen daño a la sociedad y las mujeres, más allá del color y procedencia”.
“Esto es volver a colocar a las mujeres como objetos y no como sujetos y actoras transformadores. Atentan contra la dignidad humana”, sostuvo

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