Ante el permanente ataque de las pandillas y la comercialización de droga en los alrededores, las juntas escolares y los docentes de las unidades educativas José Montero Justiniano y El Paraíso decidieron, en forma separada, dar cuota y organizar kermés para comprar e instalar cámaras que les den seguridad a los alumnos.
El primero en adquirir los equipos de vigilancia fue el colegio José Montero, situado en el barrio Lazareto, pagando por ellos $us 1.000. Consisten en cuatro cámaras y el cerebro que tiene capacidad de almacenamiento para una semana de imágenes.
“El año pasado rondaban por el colegio dos pervertidos, uno se tocaba sus partes íntimas y otro se paseaba desnudo frente a las alumnas, además del peligro de las pandillas, por ello acordamos instalar cámaras en el establecimiento”, apuntó la directora María Isabel Ponce.
En el centro escolar de El Paraíso, en el séptimo anillo zona sur, el director Nicolás Gildres indicó que el equipo consta de ocho cámaras y un cerebro con capacidad para 16 cámaras y con capacidad para almacenar imágenes de un mes.
“El azote de las pandillas es muy duro por acá y hay poca vigilancia policial. Ante la ausencia de los tres niveles de gobierno nos adelantamos a instalarnos seguridad”, dijo.
Campaña
El 7 de marzo, la niña Carla Daniela Morón Hurtado inició una cruzada pidiendo a las autoridades instalar cámaras de seguridad en los colegios.
“No he recibido respuesta del Gobierno ni de la Dirección Departamental de Educación, pero seguiré en la lucha”, anotó esta niña de 10 años, que es respaldada porHernán Cabrera, de la Defensoría del Pueblo, y por el dirigente del magisterio urbano, David Montaño
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