Se trata de una muestra de cómo la madre naturaleza puede educar a los escolares y de cómo es posible vincular la teoría con la práctica, uno de los principales objetivos de la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez.
El proyecto se llama Cultivando nuestro huerto y que ayer reunió a estudiantes, profesores y padres de familia celebrar la cosecha de los alumnos del quinto grado, la segunda del colegio en lo que va del año.
Los niños mostraron contentos algunos productos frescos, que cosecharon de la huerta que está en el ingreso al colegio. “Aprendimos cómo preparar la tierra, cómo hacer el riego, los presupuestos para la compra de semillas y el aporte nutricional de las verduras”, indicaron los alumnos cuando hablaron de su experiencia.
La maestra de Matemáticas, Rosario Cuéllar, que dirige a los estudiantes en las tareas de producción, dijo que la nueva ley educativa exige a los maestros ser más creativos y llamó a vincular la teoría con la práctica. “Precisamente, eso es lo que estamos haciendo con el proyecto Cultivando nuestro huerto”, expresó la profesora. Citó como ejemplo que, a través del cultivo, los niños ponen en práctica sus conocimientos matemáticos, pues calculan costos de producción y sus ganancias en ventas. Agregó que los productos serán comercializados para comprar más semillas.
Trabajo comunitario
La directora del establecimiento educativo, Rossy Mercado, destacó que el proyecto involucra a todos los actores del proceso educativo. “Aquí se trabaja en comunidad. Participan los alumnos, los padres de familia y profesores, que es otro de los postulados de la nueva ley educativa”, dijo Mercado.
Otro establecimiento que está impulsando una experiencia similar es Hilandería Santa Cruz. “Se trata del proyecto socioproductivo comunitario a cargo de los estudiantes de primaria”, informó la directora del turno de la tarde, Marcy Aguilera.
El colegio Gualberto Villarroel, a través del concurso Barrios Pintudos, también enseñó a los estudiantes a cultivar hortalizas.
El propósito además es incentivar la producción de alimentos orgánicos y que los niños aprendan de dónde proviene lo que comen
“Solo se aprende si se pratica”
Alberto Santelices / Educador
El hecho de que las escuelas presenten un resultado tangible de la educación que imparten muestra que el currículo de la nueva ley puede moldear a los alumnos en forma integral y holísticamente. Ya en 1826, Simón Rodríguez, tío del libertador Bolívar, predicaba que sólo se aprende si se practica en la vida y para la vida, respondiendo a las necesidades de la comunidad.
Construir un huerto escolar, aprender sus componentes materiales, observar el proceso biológico del fenómeno botánico, estudiar los nutrientes, calcular el costo de producción y el posible retorno económico de la venta de los productos, calcular la superficie y forma del terreno o hacer el informe escrito con oraciones gramaticales que reflejen todo el proceso, es una forma de apropiarse de todos los fenómenos concurrentes, teorizando para relacionar la práctica con producción.
Trabajar con la comunidad despierta la conciencia productiva comunitaria
Col. Ramón d. Gutiérrez
Paola Andrea Garabito
Estudiante de quinto grado
“Hemos aprendido mucho sobre la producción. Por ejemplo, sabemos cómo preparar la tierra para la siembra, cómo hacer los almácigos, qué plantas necesitan más riego y cuáles menos y en qué horario debe hacerse el riego. Es lo actividad que más me gusta”.
Andrea Marín Ruiz
Estudiante de quinto grado
“Es un trabajo muy bonito, a todos nos gusta regar las plantas, preparar la tierra y calcular el terreno donde vamos a sembrar. Aprendemos también mucho sobre las ventajas de consumir alimentos frescos y sobre las vitaminas que aportan las verduras”.
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