Pasan clases en la guardería y en el microhospital

Unos embutidos en dos salas para enfermos de cuatro metros por cuatro metros del microhospital del pueblo, y otros apretujados con los niños de la guardería. Así pasan clases, desde que se inició el año escolar 2015, casi el 100% de los 300 estudiantes de los turnos mañana y tarde del colegio de la comunidad Rosal Centro, donde el colegio, la guardería y el microhospital tienen el mismo nombre del pueblo. La comunidad está situada a 47 kilómetros al sur del municipio de Pailón, conectada por un serpenteante camino de tierra.

Con mucha preocupación, los vecinos que encabezan el reclamo, Rubén Montellano, Ysabel Amador, René Rivera, el presidente de la OTB, Facundo Aguirre, y la profesora Teófila Vásquez, recorren las aulas de ladrillo visto con puertas desvencijadas sin chapas y apuntan con el dedo las paredes con rajaduras, los pisos y tumbados agrietados y los techos de teja colonial que amenazan con desplomarse. En la unidad educativa solo uno, de los seis cursos, está en condiciones de albergar a los educandos.

Todos coinciden en afirmar que la alerta la hicieron conocer al alcalde interino de Pailón, José Alfredo Menacho, el año pasado.
Facundo Aguirre informó que debido a los reiterados reclamos de los vecinos y profesores en los últimos encuentros, el burgomaestre les dijo que no puede hacer algo porque las cuentas del municipio están congeladas