En febrero de 2012 el colegio Ovidio Barbery (nocturno), que funcionaba en la avenida Mutualista, cerró sus puertas y los alumnos fueron reubicados en otro establecimiento, así como algunos docentes y directores; sin embargo, hubo maestros que se quedaron “sin pega”, pero que continuaron percibiendo sus sueldos como si estuvieran trabajando.
Esta irregularidad fue descubierta por el profesor Severino Figueroa, exdirector de dicho establecimiento del turno nocturno, que luego del cierre del Ovidio Barbery fue designado director del colegio María Goreti, turno diurno.
Este director descubrió, por ejemplo, que el profesor D.P.M., que trabajó hasta febrero de 2012 en el Ovidio Barbery continuó percibiendo sueldo hasta junio de 2013, tal como consta en la planilla de sueldos. También constató el caso de otro docente que, pese a estar preso en Palmasola, continuaba cobrando sueldo, pues por motivos que se desconocen su ítem no había sido declarado en acefalía.
Según Figueroa, esta situación fue puesta en conocimiento de las autoridades de la Dirección Departamental de Educación (DDE); sin embargo, poco o nada han hecho para aclararlo. Por tal motivo decidió recurrir a la Unidad de Transparencia y al Ministerio de Educación para que investigue la irregularidad, toda vez que él cree que este no es el único caso y que sigue habiendo profesores que cobran sueldo sin trabajar.
Otras irregularidades
Figueroa, que actualmente es docente jubilado, cree que debido a esta denuncia y a otra realizada sobre la venta de notas se ha ganado enemigos; no obstante, asegura que persistirá con su pedido para que las autoridades sancionen a los responsables y pongan fin a los hechos ilegales
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