El estudiante argumentó en su defensa de que se trataba de una broma y que la intención no era ocasionarle esas heridas. Sin embargo, la dirección del colegio decidió expulsarlo pese a que solo faltan pocas semanas para que concluya el año escolar. El director Andrés Sosa afirmó a Bolivisión que el reglamento interno de la unidad educativa no tolera esa clase de agresiones.
"Muy gente la profesora, porque teniendo el certificado forense no inició ninguna demanda en contra del estudiante”, señaló Sosa a PAT. Pese a la decisión de la escuela, los padres del adolescente acudieron a la Dirección Distrital para revocar la expulsión. Ayer, luego de un mes que sucedió la agresión, el estudiante retornó a clases.
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