Los proyectos escolares no tienen apoyo de las autoridades

En el módulo educativo Cástulo Chávez se dieron cuenta de la importancia de mejorar la alimentación de los estudiantes, mientras están en clases, por ello implementaron un proyecto que obligó al kiosco del colegio, a vender solo frutas los días martes. Este fue uno de los cientos de proyectos socio-productivos que la reforma educativa exige a los colegios, para que se integren a la zona donde está situado el colegio y de ser posible para que la iniciativa que nace de aporte de ideas entre alumnos, padres y profesores, repercuta de manera positiva en la sociedad. Sin embargo, las autoridades no participan de estas movilizaciones, restando fuerza y capacidad de concretar cambios positivos entre población y estudiantes.

Cuestionan la ausencia de las autoridades. “Invitamos a autoridades municipales, empresarios privados del transporte y autoridades de la Gabriel René Moreno, ninguno acudió a la reunión”, explica con pesar Eusebio Apaza, director del módulo educativo Cástulo Chávez, que a principios de la gestión escolar del 2014, organizó a todos en el colegio, para elaborar un proyecto que sea factible y no demande la participación de agentes externos. “Los proyectos socio-productivos son buenos, pero deben concretarse, ya sea a mediano o largo plazo, porque si no, no sirve de nada gastar tiempo”, agrega. El Cástulo Chávez tiene como iniciativa quitar del vocabulario de sus estudiantes las malas palabras y pretenden que se expanda fuera de sus muros para que los alumnos se comporten demostrando buenos valores en todo momento. “Los chicos usan bastante el micro, pero a veces no los recoge y ellos se enojan y gritan de todo, eso no queremos en nuestros estudiantes, queremos un buen comportamiento en todo momento”. Apaza explica que los proyectos nacen con el aporte de todos, por eso no resulta una imposición, más bien un compromiso que tratan de cumplir entre todos.

“Cuando se implementaron los basureros ecológicos no quiso participar la Subalcaldía, menos la universidad, no asistieron a nuestras reuniones de coordinación, así es difícil expandir una buena idea”, aclara la autoridad educativa.

Se debe contextualizar las ideas. Por su parte la hermana Micaela Princiotto, encargada de los colegios de convenio, explica que “el mismo Ministerio de Educación no ha desarrollado bien la idea, que se plasma de manera diferente en colegios de áreas urbanas y rurales”, y se refiere a que en el campo o zonas alejadas de la urbe, los colegios se integran a la sociedad con huertos y tareas similares, sin embargo, en la ciudad se debe manejar bajo otras líneas. “Si el proyecto escolar trasciende del terreno del colegio, las autoridades y vivientes del barrio o comunidad, deben ser incluidos y participar, pero es un tema complejo”, agrega.

Consultamos al secretario mayor de Desarrollo Humano, Raúl Hevia, quien dijo desconocer de qué se trata, pero que si algún colegio solicita participación del municipio, "estamos dispuestos a colaborar".