La deserción escolar en Bolivia ha bajado de 6,86% a 3,09% entre el 2000 y 2014 en los niveles inicial, primario y secundario, según los datos presentados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Según estos datos en el departamento de Santa Cruz, los porcentajes han bajado de 6,13% a 3,35% en ese mismo periodo. Juan José Quiroz, viceministro de Educación Regular, indicó que el Gobierno nacional viene desarrollando políticas estructurales que tienen como objetivo atacar el abandono o deserción escolar. “Esto se lo viene realizando a través de diversas acciones y una de ellas es el bono Juancito Pinto, que viene a ser un incentivo para que el estudiante permanezca en su unidad educativa”, destacó la autoridad. Agregó que bajo este contexto ahora los maestros deben trabajar para que el alumno permanezca en las aulas, y además se ha diversificado el proceso de atención en todos los niveles, inicial, primaria y secundaria. “Se están diversificando las estrategias de atención, y se va diversificando de la formación humanística a la técnica, entonces se están realizando acciones para que de una forma paralela y simultánea estos índices de deserción escolar se vayan reduciendo”, complementó.
Asistencia obligada. Salomón Morales, responsable en Santa Cruz de la Dirección Departamental de Educación (DDE), también cree que el bono Juancito Pinto es una ayuda para que los escolares no abandonen sus estudios. Destacó que también hay otros elementos, como el Profocom para los maestros y las computadoras portátiles para alumnos y profesores. "Entonces esto ha hecho que se mejore la calidad educativa y al margen de ello; el índice de deserción escolar hoy en día es mínimo".
Marcelo Martínez, psicopedagogo, comentó que hace algunos años la situación del abandono escolar era una de las características de la realidad boliviana, entonces a través de la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez se ha logrado formalizar la asistencia obligatoria de los niños a nivel inicial. “Otro de los aspectos interesantes de esta norma, tiene que ver con la bonificación como es el bono Juancito Pinto, que se entrega a los niños de los colegios públicos, ya que la mayoría de los estudiantes que desertaban venían de estas unidades educativas y del área rural”, destacó.
Agregó entonces que los padres de familia, al ver los beneficios que significaba la permanencia escolar de sus hijos, esto los comprometía para que ayuden en la permanencia de los mismos en el colegio, “agregando un punto extra en la ayuda, a que bajen los índices de deserción escolar”, complementó.
También dijo que otro punto fundamental, y muy aparte de las políticas del Estado, tiene que ver con las últimas resoluciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que implica al trabajo infantil, que es otro de los factores que incide en la deserción escolar en los niños en situación de calle, por ejemplo.
Mejora la cobertura escolar. Por su parte Guillermo Dávalos, investigador de la Fundación Sepa, dijo que se ha mejorado notablemente en lo que se refiere a cobertura escolar en primaria, ya se ha alcanzado un 98%, es decir que este es el número de inscritos y van al colegio.
“Entonces la deserción escolar, que es el abandono de los estudiantes de las unidades educativas, ha disminuido y actualmente, poco más de ocho de 10 estudiantes logran terminar este ciclo. Entonces la deserción escolar está bajo el 20”, respondió.
También dijo que el gran problema se lo ve en secundaria, donde la cobertura escolar muestra que de cada 10 estudiantes entran seis y solamente cuatro logran terminar la secundaria. Entonces acá es donde los muchachos se preguntan ¿qué logró yo saliendo bachiller? “Entonces este es el factor que hace que los chicos se inserten tempranamente en actividades laborales abandonando así el colegio”.
Dávalos dice que para evitar las deserciones escolares tiene que haber una transformación en primaria y secundaria, particularmente de esta última. “Además, tiene que haber un enfoque de empleabilidad, donde se tiene que preparar a los jóvenes para que al estar saliendo de secundaria, ellos tengan habilidades y destrezas que les permitan desarrollarse en el mercado laboral”, destacó el investigador.
Los padres valoran más la educación. Para el docente e investigador, Héctor Molina, los bonos como el Juancito Pinto no son tan relevantes para que bajen los índices de deserción escolar. Destacó que son nuevos tiempos y ahora los padres están valorando más; la necesidad de que por lo menos se concluyan ciertos tipos elementales en la educación, entonces están ejerciendo un tipo de control mayor apuntalados por la presión social. “Lo de relacionar los bonos para que no haya más deserción, lo veo como algo relativo. Más bien lo veo como una conciencia social, porque ahora para entrar a una carrera, cualquiera que sea e incluidas las técnicas, se necesita una base educativa”, destacó.
Dávalos agregó que la ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez, plantea el bachillerato técnico-humanístico, "pero si uno visita las unidades educativas no va a encontrar ninguna en la cual se esté aplicando esto, o sea no existen los talleres para que puedan aprender estas destrezas y habilidades técnicas que los habilite para el mercado laboral".
También resaltó que se continúa con la educación humanística, teórica, repetitiva, memorística, que se usaban desde el siglo 18.
"Pero eso no es un reto solamente de Bolivia, sino de toda América Latina en general, porque si uno ve todas las evaluaciones que se hace a nivel mundial de la calidad educativa de los países de la región, encontrará que los países latinos se encuentran en los últimos lugares y Bolivia ni siquiera ingresa en esa evaluación", concluyó.
Reforzar la calidad
Nivel secundario, el gran desafío para América Latina
El gran desafío educativo en América Latina es combatir la alta deserción escolar en secundaria, cercana al 50% ; a la vez que reforzar la baja calidad en el sistema educativo, que se encuentra a la cola del último informe PISA, afirmó Emiliana Vegas, jefa de Educación del BID.
"La región ha hecho muchos avances en términos de acceso a la educación, hoy en día casi todos los chicos en educación básica están matriculados. Donde tenemos un desafío es en retenerlos en la educación secundaria", explicó Vegas en una entrevista en su oficina en la sede del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en Washington.
Vegas subrayó que "un 50% de los jóvenes están abandonando la educación secundaria en América Latina antes de culminar doce años de educación".
Además, apuntó la baja calidad del sistema educativo regional como quedó refrendada en el último informe PISA de 2012, en el que, de los 65 países participantes, "los ocho países latinoamericanos incluidos estuvieron en los últimos 14 puestos". Como no se está haciendo inversiones significativas, solo estamos consumiendo lo que ya teníamos hace dos años atrás", puntualizó Vegas.
'Para evitar las deserciones tiene que haber una transformación en primaria y secundaria, y preparar a los jóvenes para que tengan habilidades y destrezas'.
Guillermo Dávalos
Investigador de la Fundación Sepa
'Se ha diversificado el proceso de atención en todos los niveles, esto se lo ha hecho abriendo unidades educativas en los niveles inicial, primario y secundario'.
Juan José Quiroz
Viceministro ee Educación Regular
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