Estudio revela deficiencias en la educación primaria

La educación está con nota roja. Al menos así lo revela un estudio realizado en 15 unidades educativas de la ciudad, en el que alumnos de tercero y sexto de primaria fueron sometidos a pruebas de matemáticas y lenguaje, dando como resultado un bajo rendimiento escolar en estas áreas, consideradas troncales para la formación. En promedio, la nota de los estudiantes alcanzó a solo 36 sobre 100 puntos en Matemáticas, mientras que en Lenguaje lograron 50 sobre 100.

El estudio Evaluación de la calidad educativa en la escuela primaria fue realizado por un grupo de educadores del Observatorio del Desarrollo Humano Integral (obra de la Iglesia católica en Santa Cruz), para evaluar la calidad de la educación primaria tras cinco años de implementación del nuevo modelo educativo. Un total de 1.483 alumnos, de 11 colegios fiscales, tres de convenio y uno privado, respondieron cuestionarios basados en el currículo oficial. Los resultados muestran dificultades serias en ambas disciplinas, pero matemáticas sigue siendo la materia menos entendida por los alumnos (ver infografía).

El coordinador del estudio y miembro del observatorio, Jorge Orellana, manifestó que este trabajo detectó que al menos un 15% de los estudiantes de tercer grado de primaria tiene dificultades para leer y escribir, lo cual es una preocupación.

Indica que en lenguaje los chicos de ambos cursos tropiezan con la lectura comprensiva, que les impide dar respuestas correctas a las preguntas de interpretación. Lo mismo sucede con matemáticas, donde las mayores falencias están cuando se plantean problemas de razonamiento, pues los niños se limitan a responder mecánicamente o a tratar de acertar.

Para Orellana, esto demuestra que el nuevo modelo educativo no ha logrado introducir cambios sustanciales en la calidad de la educación, ya que esta sigue siendo mecánica y memorística, por lo que ve necesario reconducir el modelo.

Un reflejo de la escuela
Para los educadores Alberto Santelices y Álvaro Puente los resultados del estudios son un reflejo de lo que sucede en la escuela, donde el proceso enseñanza-aprendizaje es mecánico. “El problema es estructural, el sistema es el que no camina. Gran porcentaje de docentes se detienen en la enseñanza tradicional”, dice Santelices, al indicar que el profesor hace lo que puede cuando le exigen que aplique un modelo sin el apoyo pedagógico necesario y sin haberle proporcionado material didáctico. A esto se suma que el maestro debe lidiar con un excesivo número de alumnos (no se cumple el límite de 35 alumnos por aula) y que se han disminuido las horas de lenguaje para incorporar la lengua nativa y extranjera.

Puente asegura que esto es una consecuencia directa de la educación de nuestras escuelas. “Los maestros, que debieran desarrollar las inteligencias de los niños, intentan llenar las cabezas de los alumnos con una enorme cantidad de datos, como si los pequeños fueran discos duro”, afirma.

Puente considera que, además de desarrollar inteligencias en los niños, “los maestros también deberían desarrollar personas que piensan, que se relacionan con otras personas, que aprenden a aprender, a ser responsables, a ser fuertes para el trabajo, a ser creativos, que aprenden todo lo que los hará capaces de ser plenamente felices y parte de una sociedad feliz ¿Conoces una sola escuela que intente eso?”, cuestiona. A lo que responde: “No lo entiende así ni una escuela ni lo entienden en el Ministerio de Educación”.

Para él, la nueva ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez ha significado un retroceso en la educación, en el aspecto pedagógico. “El currículo es obsoleto, una colección de conocimientos prescindibles. El método no existe. El dictado, el copie y la repetición hasta el cansancio no son métodos. Son falta de un método”, asegura.

El director departamental de Educación (DDE), Salomón Morales, no está de acuerdo, pues asegura que el nuevo enfoque educativo con un sistema de evaluación “holístico”, basado en cuatro dimensiones: el ser, el conocer, el saber y el decidir, permite formar personas como seres integrales. Además, asegura que el nuevo modelo ha permitido integral la escuela con su comunidad.