martes, 29 de diciembre de 2015

A los 94 años cerró sus ojos la fundadora del Uboldi

“Quisiera que siempre amen a este colegio”, fueron las palabras de sor Ancilla Beretta durante el reconocimiento por los 50 años del colegio Uboldi, en mayo del año pasado. El corazón de esta religiosa, de 94 años, dejó de latir ayer a las 7:00, causando hondo pesar en la población. Sus restos están siendo velados en el coliseo del establecimiento que ella fundó en la capital cruceña.

Sor Ancilla, religiosa italiana de la Congregación Franciscanas Angelinas, se destacó por ser una impulsora de valores transmitidos a diferentes generaciones. Falleció rodeada de medio centenar de religiosas de su congregación que llegaron para un encuentro y que ahora le dan el último adiós.

Sus exalumnos también lloran su partida, por lo que hoy, a las 9:00, tendrán una celebración religiosa. A las 15:00 será la misa de cuerpo presente, antes de trasladar sus restos al cementerio Las Misiones.

Se desempeñó como directora del colegio hasta sus 84 años. Sus exalumnas, como Rossana González Weise, que ahora es la general de su congregación, hablan de su legado. “Nos deja un gran entusiasmo, fortaleza y capacidad de contagiar a muchos en el sentido de la vida, de mejorarse, de dar siempre una respuesta”, expresó.

Su trayectoria
Sor Ancilla llegó a Santa Cruz en 1949. Su labor educativa fue reconocida por las autoridades. En la efeméride departamental de 2013, el Concejo Municipal la distinguió como Hija Ilustre de Santa Cruz de la Sierra.

En esa oportunidad abrió las puertas de su casa para hablar de su trabajo educativo y recordó que le habían dado el Cóndor de los Andes, máximo galardón que otorga el Gobierno, entre otros reconocimientos. “Los cruceños me dieron de todo, estoy muy contenta por esto, los quiero mucho y sé que también me quieren”.

Siempre se identificó como ‘ítalo-camba’, porque llegó a San José de Chiquitos cuando tenía 27 años, en 1949, junto con otras cuatro hermanas franciscanas angelinas atendiendo un llamado del Gobierno nacional para enseñar en la escuela. Después se trasladó a la capital cruceña y en 1964 comenzó la obra del colegio Uboldi, con la indemnización que recibieron por la muerte de sor Vicenta Uboldi en un accidente aéreo.

Sor Sandra Méndez comenta que falleció por un paro cardiorrespiratorio, aquejada por los males propios de su edad. “Su objetivo fue mejorar la calidad de la educación”, comenta.

Fue pionera en traer la Universidad Católica con las primeras carreras a Santa Cruz. También creó el Conservatorio de Música e impulsó los colegios San Martín de Porres, San Francisco y madre Clara Ricci.

El año pasado la Gobernación aprobó una resolución para reconocer la labor institucional y educativa del Uboldi, la misma que fue entregada en el aniversario por sus 50 años al servicio de la niñez y juventud.

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