Evita deserción. Lorena Zambrana, jefe de Responsabilidad Social Empresarial de la Utepsa, explicó que muchos padres y madres que están en etapa de formación profesional se ven obligados a interrumpir sus estudios para priorizar su familia. "Entre distribuir el tiempo para el trabajo, los estudios y los hijos, la mayoría se inclinaba por su familia", indicó.
Ese aspecto fue el que motivó a la Utepsa a priorizar un espacio donde poner en marcha una guardería.
La pionera en brindar este servicio fue la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno, su guardería Gabrielito abrió sus puertas con el mismo objetivo que la Utepsa, evitar el abandono de los futuros profesionales. "Los estudiantes están con pocos recursos por eso se les cobra lo mínimo", explicó Sarita Méndez, directora de este jardín de niños.
Por cada infante, los universitarios pagan 150 bolivianos, lo que permite a los niños permanecer en la guardería durante la mañana o la tarde.
Más beneficiados. Aunque en principio el objetivo era ayudar a los estudiantes universitarios, tanto en la estatal cruceña como en la Utepsa, los docentes y trabajadores administrativos también llevan a sus niños a estas guarderías. "Con el tiempo nos dimos cuenta que es un servicio requerido por toda la comunidad universitaria", explicó Zambrana.
Para Méndez, los padres sean estudiantes o trabajadores de la universidad se sienten con más confianza al saber que sus niños están cerca. "Incluso algunas madres vienen a amamantar a sus bebés cuando tienen algún 'puente' en sus horarios", explicó.
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