El Servicio Departamental de Salud anunció ayer un sistema de control de salud para estudiantes de primaria y secundaria que regirá en el sistema educativo fiscal.
Se trata de un carnet sanitario que, según se informó, será la continuación del carnet infantil, y que permitirá la detección de enfermedades no transmisibles, como la desnutrición, anemia, obesidad, ceguera, sordera y asma, entre otros males que afectan a la niñez y adolescencia con el fin de evitar la deserción escolar.
Para el efecto se desplegarán brigadas médicas a los establecimientos escolares y hacer las evaluaciones preliminares dos veces al año. Sin embargo, en caso de ser necesario los niños serán derivados a los centros de salud primarios para su respectivo tratamiento y seguimiento.
Su implementación total será en 2015. Dicha iniciativa comenzó ayer en el colegio Ambrosio Villarroel, donde más de 70 escolares de primaria fueron sometidos a evaluaciones básicas por parte de estudiantes de Medicina que realizan su año de provincia.
De acuerdo con la gerente de Promoción de Salud del Sedes, Roxana Siles, se estima que esta medida se aplicará en un inicio a 5.000 estudiantes, en ocho establecimientos de la ciudad en esta gestión. "La idea es llegar a todos los colegios del departamento, aunque la intervención que haremos este año es parte de un plan piloto que estamos realizando para poder evaluar y corregir las debilidades que se presenten", señaló.
En este mismo sentido la funcionaria destacó que el llenado del formulario, también hará partícipes a los maestros y padres de familia que tendrán responsabilidad en dicho documento así como de verificar y hacer seguimiento de la salud del niño.
"Esto será obligatorio para todos los tutores del niño, sean padres o maestros, pues los chequeos serán obligatorios", indicó la funcionaria.
Destacan la iniciativa. La medida ya se ganó el visto bueno de maestros, padres de familia y estudiantes, toda vez que los controles de salud, no son una cultura en nuestro medio, más aún en barrios alejados y zonas periféricas. "Me parece una excelente idea que apliquen esta política, pues en el caso de este colegio hay muchos problemas y deserción de los estudiantes que son mal alimentados o en todo caso no son llevados a verificar problemas de la vista y del oído, que también afectan su desempeño", dijo Julio Zabala, director del establecimiento.
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