A punto de abandonar los estudios a mitad de año se encuentran dos adolescentes de 15 años, atacados el martes pasado por una decena de pandilleros a la salida de clases de su colegio ubicada en el barrio Ferbo de la zona norte de la ciudad. Temerosos de sufrir más represalias y acompañados de la madre de uno de ellos, sentaron ayer la denuncia a consecuencia que durante el último ataque por poco le fracturan la pierna a golpes. Un estudiante agredido por supuestos miembros de una pandilla que se identificó con las iniciales J.C.O., contó que ni bien salió del colegio a las 18:00 junto a su compañero de barrio fue rodeado a pocos metros por una turba de 15 jóvenes que le exigieron mudarse de colegio por su propia seguridad. "La mayoría de ellos estudia en la mañana y como somos de otro barrio nos tienen rabia. Las agresiones vienen ocurriendo desde febrero", lamentó el adolescente.
Su otro compañero, de iniciales B.G.D., dijo estar cansado y temeroso que el próximo ataque sea más violento porque los tienen amenazados de muerte y no saben a quién acudir. "El director tiene conocimiento, pero no sabe qué hacer porque la Policía no aparece a patrullar la zona", señaló.
Como en épocas de kinder. Ana María Osoria, madre de uno de los jóvenes, dijo que de lunes a viernes se preocupa por la integridad de su hijo a extremos de llevarlo al colegio y luego ir a recogerlo nuevamente.
Tenemos que trajinar con mi hijo de 15 años como con un niño de kinder. Llevarlo y recogerlo de su colegio. Ya no sé a quién recurrir para encontrar una solución a mi problema", dijo la preocupada mujer.
El comandante del módulo de Los Tusequis, Johnny Miserendino, se comprometió ayer a montar vigilancia en la unidad educativa con el fin de evitar nuevos ataques en este establecimiento y si es posible identificar y arrestar a los presuntos pandilleros agresores.
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