martes, 29 de abril de 2014

La indisciplina de 5 estudiantes paraliza clases en un colegio



Un colegio privado de Santa Cruz pasó clases ayer con solo siete de sus 1.000 alumnos debido a que los padres decidieron no enviar a sus hijos, en rechazo a la restitución de cinco estudiantes expulsados por indisciplina, ordenada por la Dirección Departamental de Educación (DDE).

El plantel docente del colegio Eagles’ School resolvió expulsar en marzo a cinco alumnos de secundaria por su “constante indisciplina”. De acuerdo con las versiones recabadas en el establecimiento, el grupo estudiantil consumió bebidas alcohólicas portando el uniforme y luego protagonizó una pelea callejera en contra de un ciudadano brasileño.

El reglamento interno del colegio establece sanciones para dichas faltas, además de que los maestros indicaron que “no es la primera vez” que los estudiantes tienen problemas por mala conducta. Tres de los expulsados optaron por cambiarse de establecimiento, pero dos de ellos lo rechazan.

Los padres de los alumnos sancionados denunciaron el hecho en la DDE de Santa Cruz, que posteriormente resolvió ordenar la restitución del grupo. “Rechazamos la determinación del plantel docente, que impide el retorno al colegio de los estudiantes implicados en este problema, que más allá de las faltas que hayan tenido tienen el derecho a la educación”, expresó la anterior semana el director de la instancia departamental, Salomón Morales.

A raíz de la resolución, los docentes del Eagles’ School decidieron suspender clases el jueves y viernes de la pasada semana como medida de protesta. El profesor Douglas Toledo reclamó que la disposición de la DDE va en contra de las normas internas.

Entonces, la representación legal de los alumnos retirados interpuso una demanda penal en el Ministerio Público, bajo la figura de discriminación y vulneración al derecho de estudio, en contra del plantel docente, según los medios televisivos locales.

A pesar de que las autoridades educativas y la administración del colegio se reunieron el fin de semana y acordaron reanudar las actividades escolares, la misma no fue posible porque esta vez fue la junta de padres de familia que decidió no enviar a sus hijos a clases, hasta que “los alumnos indisciplinados” sean retirados.

Reglamento. El asesor legal de la junta escolar, Jerjes Justiniano, explicó que cada uno de los padres de familia optó de manera voluntaria por la medida en contra de la restitución. “Un acto de indisciplina de los estudiantes que afecta el reglamento no puede ser permitido o tolerado por el establecimiento”.

Las aulas permanecieron ayer vacías y en el mismo colegio se reportó que de los 1.000 alumnos solo pasaron clases siete, dos de ellos eran los expulsados. No obstante, el padre de uno de los estudiantes cuestionados, Saúl Vargas, aseguró que su hijo continuará en el establecimiento porque una norma así lo dispone y que “la oposición viene de algunos padres que solo buscan perjudicar a la masa estudiantil”.

Al respecto, el viceministro de Educación Regular, Juan José Quiroz, informó a La Razón que abordó ayer el problema con Morales, a quien le sugirió optar por la transferencia de los alumnos a otro establecimiento.

“Se tiene que cumplir las normas de cada unidad educativa porque el padre de familia suscribe un contrato en el que acepta las reglas. Pero también el sistema educativo debe garantizar que ningún estudiante sea coartado en su derecho a estudiar. Por eso, consideramos que la mejor solución es la transferencia a otro colegio”, sostuvo. Agregó que no es posible perjudicar el derecho de 995 alumnos por el derecho de otros cinco estudiantes, que además infringieron normas internas.

Defensoría de la niñez intercede

Denuncia

La directora de la Defensoría de la Niñez, Rosse Valencia, intercedió en el conflicto e indicó que “si existen adolescentes infractores dentro del colegio o que estudiantes sienten que sus vidas corren peligro con ellos, sus derechos son vulnerados y deben realizar una denuncia”.


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