Afuera de las unidades educativas Nadie controla los kioskos

Muchos niños de primaria se exponen al consumo de alimentos de dudosa procedencia, ya que no se controla el expendio de comestibles en las afueras de las diferentes unidades educativas de la ciudad de Santa Cruz. En muchos casos los chicos desayunan antes de la primera hora de clases y en los ingresos a los establecimientos abundan los negocios ambulantes con ofertas de comidas fritas. Los directores identifican dos causas para que se dé esta situación: primero, la falta de fiscalización de dichos alimentos y además, la ausencia de guardias municipales para regular esta actividad.

Los estudiantes no están conscientes del problema. Jorgito, que estudia en uno de los colegios Fe y Alegría, recibió ayer su desayuno escolar pasada las 9:30 y dubitó en comerlo. El pequeño comentó que estaba lleno, porque antes de ingresar al colegio le pidió a su papá 5 bolivianos que gastó comprando un asadito y refresco. Como él, muchos de sus compañeritos repiten esa rutina casi todos los días, exponiendo su salud ya que se desconoce el nivel de higiene con el que se preparan esos alimentos.

“Tampoco vamos a envenenar a los estudiantes”, respondió con cierta molestia una mujer en las afueras del colegio Fe y Alegría, del 3er anillo externo de la avenida Virgen de Cotoca, donde vende hamburguesas, alas, piernas de pollo, panchitos y asaditos.

“El problema es que nadie está controlando que esa gente se apegue al portón a vender”, explica la directora María Elena Cejas Muñoz, que agrega “a la regente del colegio quien tiene a su cargo el kiosco, le pedimos que utilice guantes y gorro y pocas veces lo hace”.

Esta situación es similar en los módulos Héroes de Chaco, y San Carlos, este último privado, pero que también presenta el mismo problema.

Falla el control de las autoridades. “El problema es grave si consideramos que se desconoce la procedencia del producto, pueden haber personas de mala intención que no piensen en la salud de los niños”, explica la hermana Micaela Princiotto, que manifiesta “nosotros tenemos prohibido la compra de alimentos de afuera, en convenio con los padres acordamos notificar mediante la agenda al chico que sea sorprendido”. Sin embargo, los educadores reconocen que parte del problema lo generan los padres que optan por dar dinero a los niños y no les preparan desayunos, que sería una manera de evitar el consumo de comestibles que les resulten dañinos.

Paúl Cortés, director de defensa al consumidor, explica que "la próxima semana iniciamos el control de fecha de caducidad de los dulces, así como verificar el estado del aceite, normas de higiene y seguridad con las garrafas y conexiones de la cocina".

Ejemplo
Aplicar el Proyecto Socio- Productivo

Las unidades educativas Fe y Alegría se plantean cada inicio de gestión, establecer campañas para educar a los chicos. El año pasado los padres recibieron campañas educativas donde se les dio pautas de cómo deben alimentar a los chicos y evitar el consumo de productos en la calle. Los profesores monitorearon la aplicación de esta enseñanza y lamentaron ver que pocos se tomaron la tarea de aplicar lo instruido. Por ello este año serán los chicos los que lleven la labor de establecer buenas prácticas alimenticias a sus hogares, para ser ellos los que orienten a sus padres, de cómo deben ser alimentados.