jueves, 31 de octubre de 2013

Vacaciones, tiempo de descanso

Luego de nueve meses de constante actividad escolar, dos especialistas recomienda a los padres dejar descansar a sus hijos y no continuar con tareas académicas, aún si el niño no tuvo el rendimiento esperado en el colegio. Destacó que existen actividades en las que los padres pueden colaborar a los niños en su formación.


Elegir la actividad.
Para que los niños se diviertan durante estos cerca de tres meses de vacaciones los padres no deben incurrir en un error que se ha vuelto común: inscribirlos a un taller o curso de verano solo para mantenerlos ocupados. Los progenitores deben realizar una buena elección. “A lo largo del año, el padre debe identificar cuáles son las actividades que motivan al niño”, explicó Martínez.

Por ejemplo, si no han tenido tan buenas notas en educación física, no es recomendable meterlos a un taller de básquet o atletismo.

Bajo rendimiento.
El rendimiento académico no depende exclusivamente de lo que hagan los niños, es importante el clima en el colegio, pero también el apoyo de los padres es imprescindible. Por ello, si las calificaciones no han sido las deseadas es mejor evaluar cuáles han sido las causas para que ocurra.

“Expresiones como ‘el sabe que tiene que hacer la tarea’ no son válidas. Los adultos son los guías de los niños, no les pueden responsabilizar totalmente por los malos resultados”, explicó la psicóloga Virginia Sánchez.

Responsabilidades.
Las vacaciones sirven para que los pequeños y los adolescentes puedan asumir mayores responsabilidades en el hogar, pero ello también implica brindarles alguna recompensa, que no necesariamente tiene que ser económica.

Por ejemplo, las niñas pueden ayudar en la cocina, ayudando en el lavado de las verduras o los adolescentes pueden ayudar a arreglar algunos muebles y recibir alguna recompensa por ello.

Nada es bueno con exageración, por ello no se recomienda ofrecerles recompensa a todo lo que hagan.

Evitar las tareas.
“Si en lugar de ocupar las vacaciones para descansar y más bien recargamos a los hijos con tareas de nivelación, lo único que se logra es aumentar el cansancio y la fatiga mental y el rendimiento no es el esperado”, explicó Lisbeth Canga García, psicóloga.

Similar opinión tiene Marcelo Martínez, quien asegura que se debe evitar cualquier actividad relacionada con los estudios por lo mínimo durante cuatro semanas. “Todos los niños, independientemente del resultado académico están cansados. Las vacaciones son para oxigenar a los niños para la próxima gestión académica”, explicó.

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